Interior acusa a los inmigrantes de Melilla de simular lesiones y de lanzar ropa ardiendo

  • Tras el intento de salto a la valla de Melilla de este jueves el Ministerio del Interior asegura que los inmigrantes tienen una actitud "beligerante".
  • Según fuentes de Interior, los inmigrantes han puesto en marcha nuevas formas de presión y tácticas con el objeto de forzar su entrada a territorio español.
  • El delegado del Gobierno ironiza: "Quizá el guardia civil tenía que haber soplado para apagar esa llama" que le habían arrojado en lo alto de la alambrada.
  • El salto en vídeos: el Gobierno de Melilla muestra todas las imágenes.
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, en la rueda de prensa junto al coronel jefe de la Guardia Civil en la ciudad autonóma, Ambrosio Martín Villaseñor (d).
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, en la rueda de prensa junto al coronel jefe de la Guardia Civil en la ciudad autonóma, Ambrosio Martín Villaseñor (d).
EFE/Laureano Valladolid
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, en la rueda de prensa junto al coronel jefe de la Guardia Civil en la ciudad autonóma, Ambrosio Martín Villaseñor (d).

El Ministerio del Interior ha denunciado la actitud "beligerante" que muestran los inmigrantes en sus intentos de acceder a Melilla. Mientras unos simulan sufrir espasmos, pérdidas de conocimiento o contusiones, otros atacaron supuestamente este jueves a los guardias civiles de la valla fronteriza lanzándoles prendas envueltas en llamas.

Según informaron fuentes de Interior, los inmigrantes han puesto en marcha nuevas formas de presión y tácticas de diversa naturaleza con el objeto de forzar su entrada a territorio español. Es habitual que primero se agrupen, para después disolverse y provocar que la eficacia de las Fuerzas de Seguridad se diversifique.

Además, según las fuentes consultadas, simulan sufrir heridas que luego no se corresponden con los diagnósticos médicos. En la mayoría de los casos, se trata de lesiones leves o hipotermia como consecuencia de las largas horas que han permanecido encaramados en la valla, a más de seis metros de altura.

Tras encaramarse en lo alto de la verja, se niegan a bajar y se enfrentan"abiertamente" a los agentes del Instituto Armado. En el asalto de este jueves, varios inmigrantes han conseguido quitarle una defensa a un miembro de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) y han intentado golpearle con ella.

Además, queman parte de la ropa que llevan puesta para lanzársela en llamas a los guardias civiles desplegados en la valla. Durante el salto masivo de este jueves, doce agentes sufrieron lesiones y tres requirieron asistencia médica. Uno sufrió multicontusiones tras caerle un subsahariano encima y otros dos presentaron lesiones graves en un brazo.

Los agentes de la Guardia Civil usaron este jueves aerosoles de pimienta (que provocan la irritación de los ojos y las mucosas) para provocar la bajada de la valla de los inmigrantes a alguno de los cuales también se les roció con un extintor.

Por su parte, cinco inmigrantes resultaron heridos con contusiones leves -uno con contusión sin fractura en una pierna, dos con fractura en el tobillo y otro con una fractura bilateral del calcaneo-. Todos fueron dados de alta y conducidos al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

"La desesperación no es excusa"

El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, ha aludido por su parte a la "conflictividad" que caracteriza los últimos intentos de entrada de subsaharianos y ha dicho que la desesperación de los inmigrantes no debe ser excusa para justificar el comportamiento de acceder con fuerza.

El delegado ha señalado que la presión migratoria que vive la ciudad desde hace meses, lejos de cesar, continúa en aumento, al tiempo que también aumenta la "conflictividad y el drama humano" que suponen estas tentativas. "Este tipo de inmigración irregular deriva cada vez más en una situación de conflictividad y de confrontación y enfrentamiento con las fuerzas de seguridad", ha dicho.

Para El Barkani, esto deja en evidencia la necesidad de replantear toda la política de inmigración de la UE con el fin de conseguir una política única y común "solidaria" con los países de origen y tránsito, y que apueste por el desarrollo. El delegado ha insistido en que cada vez son más los inmigrantes que tratan de "forzar" su entrada a España y para ello utilizan cualquier método a su alcance.

Durante su comparecencia, ha mostrado algunos de los vídeos grabados por las cámaras de seguridad de la valla, donde se aprecia cómo inmigrantes prenden fuego a sus ropas, arrebatan las defensas a los agentes o utilizan métodos contundentes.

Algunos de esos elementos requisados a los inmigrantes, entre los que se encuentran ganzúas, anclas caseras, palos o un arma blanca, han sido expuestos en una sala abierta a los medios de comunicación tras la rueda de prensa. "Las herramientas incautadas a inmigrantes no son de recibo. La inmigración es positiva cuando es legal y ordenada. Los saltos con fuerza, no", ha remarcado.

Con ello, el delegado ha manifestado que no se pretende criminalizar a los inmigrantes, ya que son las primeras víctimas de las mafias, a las que, afirma, hay que perseguir para poner fin a este tipo de inmigración, "clandestina y conflictiva" y apostar por otra que permita a los inmigrantes su plena integración en Europa.

Respecto a la "moda" de encaramarse, ha dicho que lo que buscan los inmigrantes es atraer la atención de los medios de comunicación, sobre todo, tras el debate interno surgido en España respecto al uso de material antidisturbios y a la forma de actuar de las fuerzas de seguridad.

"Quizás tenían que haber soplado..."

El Barkani ha defendido el uso de extintores con gas pimienta que usaron agentes de la Guardia Civil cuando descendieron a algunos de los inmigrantes de lo alto de la valla, donde llevaban encaramados durante horas, en concreto casos como el de un inmigrante que tiró una chaqueta ardiendo a un agente u otros en los que quitaron una defensa o un casco a sendos guardias civiles.

El máximo representante gubernamental ha dicho que los efectivos del Grupo Rurales de Seguridad (GRS) destinados en Melilla tienen todo su apoyo a la hora de usar estos elementos y, ante las críticas suscitadas entre algunas organizaciones no gubernamentales, ha ironizado diciendo que "quizá el guardia civil tenía que haber soplado para apagar esa llama" que le habían arrojado en lo alto de la alambrada, a seis metros del suelo.

El Coronel Jefe de la Guardia Civil en Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, ha añadido por su parte que estos extintores "no son un material antidisturbios" y que su uso depende de cada situación, en este caso la presencia de fuego o la fuerte resistencia de subsaharianos quitando defensas o cascos a los guardias.

Intento del jueves

En el asalto masivo de este jueves, cerca de 700 inmigrantes intentaron entrar a Melilla en dos secuencias diferentes, consiguiéndolo 140 subsaharianos.

El primer salto tuvo lugar a las 5.50 horas de esta madrugada en la zona próxima al perímetro fronterizo de Barrio Chino por parte de un grupo formado por medio millar de subsaharianos. La eficaz actuación de las Fuerzas de Seguridad de Marruecos logró contenerlos en una primera instancia, aunque el numeroso grupo logró dispersarse.

Un total de 140 inmigrantes entraron a territorio melillense y llegaron a la carretera hasta el CETI, tras burlar el amplio dispositivo desplegado por laComandancia de la Guardia Civil, que contó con el apoyo de los Grupos de Resistencia y Seguridad (GRS).

Además, cerca de 150 subsaharianos se encaramaron a la valla o en la zona de entre vallas en actitud "beligerante" contra las Fuerzas de Seguridad. Posteriormente, sobre las 10.45, un segundo grupo formado por unas 200 personas protagonizó un nuevo salto por la zona nortedel perímetro conocida como Vaguada Linares. Los agentes marroquíes lograron contener este intento de salto y ningún inmigrante accedió en este caso.

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